El perro que perseguía al león
Un perro de caza se encontró con un león y partió en su persecución. Pero el león se volvió rugiendo y el perro, todo atemorizado, retrocedió rápidamente por el mismo camino. Lo vio una zorra y le dijo:
-¡Perro infeliz! ¡Primero perseguías al león y ya ni siquiera soportas sus rugidos!
Cuando te propongas una empresa, piensa en los imprevistos
El ratón y la rana
Un ratón de tierra se hizo amigo de una rana, para desgracia suya. La rana, obedeciendo a desviadas intenciones de burla, ató la pata del ratón a su propia pata. Marcharon entonces primero por tierra para comer trigo, luego se acercaron a la orilla del pantano. La rana, dando un salto arrastró hasta el fondo al ratón, mientras que retozaba en el agua lanzando sus conocidos gritos. El desdichado ratón, hinchado de agua, se ahogó, quedando a flote atado a la pata de la rana. Los vio un milano que por ahí volaba y apresó al ratón con sus garras, arrastrando con él a la rana encadenada, quien también sirvió de cena al milano.
Toda maldad se paga.
La cierva y la viña
Una cierva era perseguida por unos cazadores y se refugió bajo una viña. Pasaron cerca los cazadores, y la cierva, creyéndose muy bien escondida, empezó a saborear las hojas de la viña que la cubría. Viendo los cazadores que las hojas se movían, pensaron muy acertadamente que allí adentro había un animal oculto, y disparando sus flechas hirieron mortalmente a la cierva. Ésta, viéndose morir, pronunció estas palabras:
-¡Me lo he merecido, pues no debí haber maltratado a quien me estaba salvando!
Agradece a los que te ayudan.
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